1) la defensa de la libertad de expresión, tanto individual como social, entendiéndola como un elemento esencial de la dignidad, la razón y la conciencia de los pueblos.
La cual se ve violentada e intimidada ante escraches intimidatorios que lo único que buscan es acallar las voces de quienes intentan decir lo que otros no quieren que se sepa.
2) la defensa y promoción de las políticas de comunicación democráticas, que hagan posible asumir la libertad de prensa como un bien social, en defensa de los intereses generales, y como la mejor manera de fortalecer los principios éticos y morales de la sociedad, como así también su derecho a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole.
Entendiendo este derecho –como no puede ser de otra manera- limitado y relativo, ya que el ejercicio del mismo no puede perjudicar a terceros, como así tampoco contrariar las normas que lo regulan; pero JAMAS limitado por el abuso del mismo, expresado este en una injuria anónima contra aquellos que piensan diferente.
3) la difusión y promoción de actividades de prevención de la censura, apoyando también las tareas de investigación y el desarrollo jurídico de todo tipo de causas originadas por ella.
Entendiendo dicho desarrollo jurídico como el procedimiento legal tendiente a evitar el atropello a tan noble profesión, como así también los delitos que, con motivos hostiles, se cometen contra quienes la ejercen; todo ello en un marco legal y con los procedimientos creados por ley, y no como un juicio simulado con sentencia previa, el cual afortunadamente no ha conseguido lograr con sus propósitos, ya que la condena social buscada ante la realización de aquel en este caso ha recaído en el actor y no en el demandado.
Dichos principios buscan hoy más que nunca que la celebración del Dia Internacional de la Libertad de Prensa no sea sólo un formalismo protocolar, sino una realidad palpable, basada en la tolerancia colectiva y no en la intolerancia y la cobardía.
FUNDACIÓN CABEZAS
AMC
Abrazo!
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