miércoles, 10 de noviembre de 2010

Diablo Homosexual

Por Eduardo Galeano
En la Europa del Renacimiento, el fuego era el destino que merecían los hijos del infierno, que del fuego venían. Inglaterra castigaba con muerte horrorosa a quienes hubiesen tenido relaciones sexuales con animales, judíos o personas de su mismo sexo.
Salvo en los reinos de los aztecas y de los incas, los homosexuales eran libres en América. El conquistador Vasco Núñez de Balboa arrojó a los perros hambrientos a los indios que practicaban esta anormalidad con toda normalidad. Él creía que la homosexualidad era contagiosa. Cinco siglos después, escuché decir lo mismo al arzobispo de Montevideo.
El historiador Richard Nixon sabía que este vicio era fatal para la Civilización:
-¿Ustedes saben lo que pasó con los griegos? ¡La homosexualidad los destruyó! Seguro. Aristóteles era homo. Todos lo sabemos. Y también Sócrates. ¿Y ustedes saben lo que pasó con los romanos? Los últimos seis emperadores eran maricones...
El civilizador Adolf Hitler había tomado drásticas medidas para salvar a Alemania de este peligro. Los degenerados culpables de ese aberrante delito contra la naturaleza fueron obligados a portar un triángulo rosado. ¿Cuántos murieron en los campos de concentración? Nunca se supo.
En el año 2001, el gobierno alemán resolvió rectificar la exclusión de los homosexuales entre las víctimas del Holocausto. Más de medio siglo demoró en corregir la omisión.
De “Espejos, una Historia casi Universal”

  M.S

martes, 21 de septiembre de 2010

CNN mezcla imágenes de Haití con terremoto en Japón



CNN roba fotos de National Geografic del terremotode Kobe Japon 1995 y las hace pasar como del terremoto de Haiti borrando con cuadros negros los Carteles con el idioma japones y tapando el logo de National Geografic.La Colombiana Patricia Janiot de CNN miente y falsifica todo lo que desinforma.

DOÑA PRIMAVERA





Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.

Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.

Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!

Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...

No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?

¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?

De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.

Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...

Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:

Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.

Gabriela Mistral.





LA LIBERTAD Y SU ANHELO ES LA ESENCIA DE LA VIDA.
LA LIBERTAD VIENE DE LA MANO DE LA RESPONSABILIDAD.
LA FELICIDAD ES LA META DE LA VIDA.




FELIZ DÍA DEL ESTUDIANTE!!!

martes, 7 de septiembre de 2010

"Podría ocurrir que Dios haya querido que me engañe cuantas veces sumo dos más tres, o cuando enumero los lados de un cuadrado" ... Descartes


A la luz del asombro surge el conocimiento filosófico, pero una vez alcanzado éste, aparece sin más, la duda. Los abundantes sistemas filosóficos, el desacuerdo, la contradicción sólo parecen hablar de la fragilidad o hasta incluso de la imposibilidad de alcanzar el conocimiento. El filósofo, previsiblemente, se siente en la obligación de dudar hasta de la misma capacidad para conocer y comprender la realidad.


¿Los sentidos no nos dan información imprecisa acaso? ¿No puede ser nuestro dedo más grande que el mismo sol si sólo nos guiáramos por impresiones sensibles? Y aún resolviendo las trampas sensoriales... ¿No podemos tal vez equivocarnos siguiendo el más simple de los razonamientos? ¿Quién garantiza una razón infalible? Y además... ¿nuestra manera de razonar no podría ser una limitación en sí misma a merced de nuestra propia humanidad?





Descartes fue considerado el filósofo de la duda porque pensaba que, en el contexto de la investigación, había que rehusarse a asentir a todo aquello de lo que pudiera dudarse racionalmente. Él estableció tres niveles principales de duda:


En el primero, citando errores típicos de percepción de los que cualquiera ha sido víctima. Descartes cuestiona cierta clase de percepciones sensoriales, especialmente las que se refieren a objetos lejanos o las que se producen en condiciones desfavorables.

En el segundo se señala la similitud entre la vigilia y el sueño y la falta de criterios claros para discernir entre ellos. De este modo se plantea una duda general sobre las percepciones (aparentemente) empíricas, que acaso con igual derecho podrían imputarse al sueño.


Por último, Descartes concibe que podría haber un ser superior, específicamente un genio maligno extremadamente poderoso y capaz de manipular nuestras creencias. Dicho "genio maligno" no es más que una metáfora que significa: ¿y si nuestra naturaleza es intelectualmente defectuosa? de manera que incluso creyendo que estamos en la verdad podríamos equivocarnos, pues seríamos defectuosos intelectualmente. Siendo éste el más célebre de sus argumentos escépticos, no hay que olvidar cómo Descartes considera también allí mismo la hipótesis de un azar desfavorable o la de un orden causal adverso (el orden de las cosas), capaz de inducirnos a un error masivo que afectara también a ideas no tomadas de los sentidos o la imaginación.


PN