martes, 17 de agosto de 2010

El ideal kamikaze

Los kamikazes no son unos locos, sino ciegos fanáticos

El psiquiatra y neurólogo Francisco Alonso-Fernández acaba de publicar Fanáticos terroristas (Salvat), un libro en el que analiza, entre otros asuntos, el fenómeno de los kamikazes a la luz de los atentados del 11-S. Para él, la gran mayoría de los terroristas suicidas son «personas que han borrado en su conciencia el límite entre la vida y la muerte y piensan que no mueren, sino que pasan de una vida terrenal a otra celestial». Pero también los hay que son «engañados, coaccionados, mercenarios o enfermos mentales». Y un tercer grupo que da su vida para conseguir beneficios económicos para sus familias.

-¿Puede haber también kamikazes que actúen por motivos patrióticos contra una invasión, como en Irak?

-Es posible, pero en esos individuos siempre existirá una inflación religiosa. El patriotismo toma esta forma suicida cuando es religioso. Así, por ejemplo, los japoneses tenían ese componente cuando se inmolaban por el emperador Hiro Hito, que era considerado un dios viviente. El patriotismo no religioso, adopta otra forma de heroísmo, siempre temerario, pero no kamikaze.

-¿Cómo es un kamikaze?

-Yo distingo dos grandes grupos. Los que se suicidan y los que son suicidados. Los primeros son los auténticos y tienen la convicción de que para ellos no existe la muerte, sino que pasan de la vida al paraíso. Algunos son como místicos de la muerte, como si ésta no existiese. Algunos van drogados; los kamikazes japoneses tomaban anfetaminas. Un antecedente de los árabes son los asesinos, del siglo XI, que eran consumidores de hachís. Luego hay otros a los que suicidan, porque son obligados, comprometidos, engañados, o de los que se aprovechan porque son personas débiles. Hay un grupo intermedio que son los que obtienen ventajas materiales para sus familiares.

-¿Cuál sería su diagnóstico del terrorista suicida?

-Son personas fascinadas por el ideal religioso. Es un fanatismo de ceguera mental.

-¿Son locos?

-Ni los kamikazes árabes medievales ni los actuales son locos suicidas, sino ciegos fanáticos que creen entregar su vida a Dios, provocando la muerte a algunos infieles, para ganarse así la entrada en el paraíso.



¿Hasta que extremo podemos llegar por nuestros ideales?,¿no sera que confundimos fanatismo religioso con ideal de vida?

1 comentario:

  1. Muy buena la nota sobre el suicidio.
    Lo comentamos en clase?
    Abrazo.

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